EL CUADRO DE MARIA AUXILIADORA DE TURIN Y SU ARCHICOFRADÍA




El cuadro fue iniciado por D. Bosco, quien lo encarga al pintor Lorenzone en el año del Señor de 1865. Después de tres años de trabajo, el cuadro fue colocado en el Altar Mayor de la Basílica de María Auxiliadora en Turín-Valdocco. D. Bosco lo describió así: “Resalta la Santísima Virgen en medio de un Mar de Luz y Majestad; un coro de Ángeles la rodea y la rinde pleitesía como su Reina; su mano derecha aprieta un cetro símbolo de su poder; en la izquierda sostiene al niño Jesús, que tiene los brazos abiertos, como ofreciendo sus Gracias y Misericordia a quien recurre a su Augusta Madre. Abajo dividido en dos alas aparecen los Santos Apóstoles y los Evangelistas, que en dulce éxtasis, contemplan atónitos a su Reina como exclamando: Regina Apostolorum Ora Pro-Nobis. Al fondo del cuadro se ve la ciudad de Turín, con el Santuario de Valdocco en primer plano y a lo lejos la colina de Superga".
Según la descripción de D. Bosco el cuadro es una representación plástica del título de “María Madre de la Iglesia”, María por ser la Madre del Hijo de Dios es la Reina del cielo y de la Tierra, toda Iglesia, representada por los Apóstoles y los Santos la aclaman Madre y Auxiliadora la Poderosa.


Al año siguiente el 18 de abril de 1869 el Arzobispo de Turín, declara canónicamente en la Basílica la Piadosa Asociación de María Auxiliadora para irradiar en el mundo la devoción a la Santísima Virgen invocada bajo este título. Con el breve del 5 de abril de 1870, Pío IX la elevo a Archicofradía, fue el incremento y se extendió por todas las partes del mundo.
Su Santidad León XIII, aprobó la gracia de poder agregar válida y lícitamente a la Archicofradía existente en Turín, todas las asociaciones que surgieran en cualquier parte del mundo con el mismo título y la misma finalidad.
EL CUADRO, CORONADO CANÓNICAMENTE

El 17 de mayo de 1904 el cardenal Agostino Richelmy, por delegación expresa del Papa León XIII, coronó canónicamente a María Auxiliadora en la gran basílica construida por Don Bosco en Turín. El joyero Antonio Carmagnola preparó la corona del niño Jesús y de la Virgen en oro fijo, amarillo opaco, obtenido de la fusión de anillos, pendientes, cadenitas y objetos semejantes enviados por los devotos de María Auxiliadora. En la parte superior de la corona se colocó una estrella para recordar la expresión de san Bernardo: “Mira la estrella, invoca a María.”

Tal impacto causó esta coronación en el mundo salesiano que no pocas casas repartidas por todo el mundo desearon vivamente emular este acontecimiento acogiéndose a la disposición expresada por el mismo Santo Padre, según la cual se hacía extensivo el privilegio a otras imágenes con la misma advocación
En la actualidad, son miles las Asociaciones de devotos de María Auxiliadora como varios millones de asociados. Los fines de esta Asociación quedaran señalados por San Juan Bosco en el documento presentado para su aprobación: “Promover e incrementar el culto al Santísimo Sacramento y la devoción a María Auxiliadora de los Cristianos”.
· La Asociación de María Auxiliadora es un lugar de encuentro para los fieles que se adhieran a sus actividades especificas en su fin primordial, dejados por Don Bosco.
· Pueden pertenecer a la Asociación de María Auxiliadora todas aquellas personas que lo deseen.
· El ingreso a la Asociación se hace a ser posible en el contexto de una liturgia de la palabra o celebración de la eucaristía a ser posible un 24 de mes como día consagrado a la Santísima Virgen Auxiliadora y siguiendo el ritual en uso:
Novena de María Auxiliadora, Aconsejada por San Juan Bosco
· Se trata de una sencilla novena no circunscrita a ninguna época del año, se puede hacer cuando se quiera para pedir alguna gracia especial, o agradecer las ya recibidas.
· Quien confía en la Virgen nunca quedará defraudado
· Rezar durante nueve días seguidos tres padrenuestros, Ave-Marías y glorias con la jaculatoria, sea Alabado en todo momento al Santísimo Sacramento, sea por siempre Bendito y Alabado y tres Salves con la jaculatoria “María Auxiliadora de los Cristianos, ruega por nosotros”.
· Acusarse a los Santos Sacramentos de la Penitencia y Eucaristía.
· Dar una limosna según la propia posibilidad de cada uno.
Cuando aconsejaba San Juan Bosco esta novena solía decir.
Tened mucha fe en el Santísimo Sacramento y en María Auxiliadora y estad seguros de que la Virgen no dejara de alcanzar el cumplimiento de vuestros deseos si es para gloria de Dios y bien de vuestra alma y si no, os concederá otras gracias, iguales o mayores”.

José C. Manzano González

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