Nuestros Auxiliadoros (II). Francisco Cañas Herranz.


“El abuelo”. No hace falta decir más. Entrañable, cercano, granadino por los cuatro costados, con su pizca de malafondinga a veces, con un humor, una vitalidad, unas ganas de vivir que para si quisieran mas de uno. Enamorado de su Alhambra, en la cual nació, ejercio su vida profesional hasta su jubilación, en la cual vivió, frente a frente a su otra devoción, las Angustias Coronada de Santa María, Alhambra en la cual conoció a su “costillita”, a su “guerrillera”, como a el le gusta decir, sin la cual no sabría vivir, Alhambra en la cual formo y saco adelante a una familia compuesta por siete vástagos y, desde la cual, empezó a inculcar su hijo Francisco el amor por la Auxiliadora de los Cristianos, acompañándolo y apoyando en todas y cada una de los locuras que, por ver a la Archicofradía tal y como esta hoy, han ido ambos realizando desde hace ya tantas décadas.
Francisco Cañas Herranz, vicepresidente, tesorero, fundador y miembro en su día del Coro, benefactor siempre para todo cuanto se ha requerido, relaciones publicas extraordinario, pero, sobre todo, un enamorado de “su” María, sin mas, de la que “es muy chiquitita pero con un par de …….”, esa es la frase mas celebre del abuelo. Abuelo que siempre se queda embobado cuando se sitúa frente a frente con ella, y la mira, y le reza, y le pide por los suyos. Abuelo que pregono con una gracia extraordinaria al Auxilio de Granada en el año 2004. Abuelo que , con su vara y su traje de rayas, esta siempre dispuesto y presto para representar a su “María”, allí donde sea preciso. Abuelo sin el cual, sin sus intervenciones en juntas, sin sus viajes en coche a donde hiciera falta para lo que hiciera falta, sin sus tintos de por medio, y sus cascabeles en la misa del gallo, no se entendería la Archicofradía de María Auxiliadora de la Alhambra. El abuelo y su hijo Paquito, Francisco Cañas Padilla, para el resto. A ambos, a su tesón, empeño y nunca desfallecimiento, y a toda la gente de la que se han rodeado siempre, y se rodean en la actualidad, no seria posible el digno lugar que la Archicofradía ocupa hoy dentro de la ciudad, dentro del entramado salesiano andaluz, dentro de la familia salesiana, a pesar de sus muchos desprecios a veces, ¿Verdad abuelo?. Cuanto también nos acordamos de las “directas muy directas”, y sin pelos en la lengua de Cañas Herranz en alguna asamblea con algún “pez gordo”, de la Inspectoría.
Dicen que de ser nacidos en ser bien agradecidos, y esta sección recuperada de nuestros Auxiliadoros, no podía dejar para mas adelante a nuestro personaje de hoy, a nuestro AUXILIADORO ABUELO, así, en mayúsculas, a nuestro “papuchi”.
Ayer cumplías 78 años. Que nuestra madre nos permita seguir cumpliendo años a tu lado, y viviendo últimos sábados de mayo muchísimos más.

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